A lo largo de mi experiencia profesional muchos pacientes han renegado de la valoración/evaluación inicial comentando que solo buscan un masaje y que son solo contracturas lo que presentan.

De este modo, nos tenemos que hacer valorar y educar a la población de la importancia de una correcta anamnesis para realizar una hipótesis de lo que le sucede al paciente, conocer si es apto para tratamiento de fisioterapia y enfocar nuestro tratamiento más adecuado para la sintomatología que presenta. Por ello, la anamnesis se puede dividir en varias partes:

  1. Recogida de la historia clínica y presentación clínica del paciente.
  2. Establecer una primera hipótesis de lo que le puede suceder.
  3. Evaluación mecánica del cuadro clínico.
  4. Confirmar y/o desmentir hipótesis iniciales. Clasificación provisional.
  5. Proceder al tratamiento mas adecuado o derivación a otro profesional sanitario si no fuera apto para fisioterapia.

La finalidad de la historia clínica es:

  • Impresión general de la presentación clínica
  • Localización del dolor
  • Estadio del problema: agudo / sub-agudo / crónico
  • Estado de la condición: mejorando / estable / empeorando
  • Identificación de contraindicaciones o “red flags”.
  • Medidas de referencia sintomáticas y/o mecánicas.
  • Limitación funcional.
  • Conocer si existen factores psicosociales.

La recogida de la presentación clínica consiste:

  • Síntomas en este episodio / mapa corporal
  • Duración
  • Estadio
  • Como empezaron. Síntomas al inicio.
  • Síntomas constantes o intermitentes.
  • Qué mejora o empeora el dolor.
  • Historia previa.
  • Preguntas específicas.

Objetivos de la evaluación:

  • Observación cualquier deformidad obvia o asimetría relevante.
  • Examen neurológico, si fuera necesario.
  • Evaluación cantidad de movimiento, calidad de movimiento y síntomas asociados.
  • Medidas de referencia.
  • Respuesta sintomáticas y mecánicas a los movimientos repetidos.
  • Tests ortopédicos.

Clasificación provisional:

  • Establecer hipótesis para adoptar el tratamiento más efectivo ante el cuadro clínico del paciente.