El dolor lumbar es uno de los principales problemas de salud en todo el mundo tanto en países desarrollados como subdesarrollados. Es una de las causas mas comunes de incapacidad en el ámbito laboral. 

La prevalencia es mayor en mujeres que en hombres. Existe una prevalencia  de dolor lumbar entre un 50-80% en la población en algún momento de su vida siendo un 40% en algún momento del año. 

Es muy común las recaídas y episodios y síntomas persistentes. 

Lumbalgia es todo dolor que surge entre la última vértebra dorsal T12 y la primera vértebra sacra S1. Dicho dolor puede ser local, referido o radicular o una combinación de ello. Los síntomas pueden ser constantes o intermitentes y puede aparecer de forma gradual o de forma repentina.

Existe varios factores de riesgo:

  1. Individuales y relacionados con el estilo de vida.
    1. Enfermedades.
    2. Exceso de peso.
    3. Falta de ejercicio.
  2. Física o biomecánica.
    1. Levantamiento objetos pesados o de forma repetida.
    2. Giros frecuentes y/o mantenidos. Vibración. 
    3. Malas posturas o posturas mantenidas.
  1. Psicosociales.

Los síntomas  y signos más frecuentes:

  • Dolor local en la región lumbar.
  • Sensación de ardor/quemazón en la región lumbar.
  • Parestesias: adormecimiento, hormigueo en miembros inferiores.
  • Pérdida de fuerza en miembros inferiores.
  • Pérdida de sensibilidad en miembros inferiores.
  • Reflejos de las extremidades inferiores alterados.

Estructuras de la columna lumbar invernadas que pueden ser posibles causas de dolor lumbar:

  • Articulación cigoapofisiaria.
  • Cuerpo vertebrales.
  • Disco intervertebral.
  • Músculos.
  • Duramadre.
  • Elementos posteriores como ligamentos interespinosos e iliolumbares.
  • Plexo lumbosacro.

Otras estructuras ajenas a la columna lumbar que pueden ser causa de dolor lumbar:

  • Articulación sacroiliaca.
  • Articulación coxofemoral.
  • Columna torácica.
  • Visceras.
  • Enfermedades graves: infecciones, fracturas, tumores, etc.

Tras una exploración física exhaustiva con su correspondiente anamnesis tenemos que dictaminar si podemos ayudar al paciente que tenemos delante, ya sea mejorando la clínica presente o en la derivación a otro profesional sanitario.

Para ello, en modo esquemático, realizamos una clasificación diagnóstica respecto a:

  1. Dolor lumbar de origen no específico (alrededor del 90%):
    1. Englobamos todo dolor de origen mecánico, que se agrava o mejora con el movimiento, y donde nuestro trabajo este encaminado a la modificación de síntomas donde se presente una dirección de preferencia (dirección que provoca la mejora de síntomas, mejora del rango de movimiento y, por consecuencia, mejora de la funcionalidad) y que puede existir el fenómeno de centralización (fenómeno que ocurre en síndromes de afectación discal por el cual los síntomas periféricos disminuyen o se abolen y aumenta el dolor en la zona central lumbar).
  2. Síndrome radicular (representa entre el 5-8% de los casos):
    1. Se produce cuando existe una irritación del entorno de la raíz nerviosa.
    2. Hay que diferenciar entre dolor radicular y radiculopatía. Pueden estar asociados o no. Dolor radicular se define como un dolor de tipo neuropático donde existe un dolor permanente a lo largo de los miembros inferiores.
    3. Por otro lado, radiculopatía se define como la pérdida de función sensorial y/o motora por un bloqueo en la conducción de un nervio espinal o sus raíces. Existe la presencia de signos neurológicos como la pérdida de fuerza, sensibilidad, reflejos, etc. Una causa común de radiculopatía es la hernia de disco debido al contacto del núcleo pulposo con el tejido neural.
  3. Otros (alrededor del 1%):
    1. Posible patología severa. Las principales que pueden cursar con dolor lumbar: cáncer espinal, infecciones, fracturas, inflamatoria, etc.
    2. Condiciones generales:
      1. Edad: < 22 años y > 55 años.
      2. Dolor nocturno. No alivio en cama.
      3. Historial previo de cáncer, infección, enfermedad inflamatoria, etc.
      4. Pérdida de peso de forma inexplicable. Sensación de malestar general.

Para más información y conocer en detalle si la fisioterapia le puede ayudar, no dude en contactar con nosotros.